Cuando se habla de descarbonizar el sector del transporte se suele pensar en soluciones que nos permitan cambiar las formas de la movilidad terrestre actual. Carros eléctricos, motores de hidrógeno verde o impulsar el uso de bicicletas; estas son algunas de las primeras ideas que se nos vienen a la cabeza. Pero… ¿Qué hay de la aviación?
Este sector es uno de los que más presenta retos en la metas de descarbonización ya que requiere de un inmenso gasto energético para funcionar. Se estima que hay alrededor de 11.000 aviones en el aire por cada minuto y, según datos del IPCC, son responsables del 2% de emisiones de CO2 en el mundo. Las proyecciones apuntan a que este porcentaje aumentará.
Sin embargo, los expertos y expertas sugieren que el impacto del sector aéreo puede disminuir notoriamente si se promueve un uso más eficiente de los combustibles y se prioriza la utilización de fuentes de energía alternativas.
En la última década se ha posicionado con fuerza el uso del combustible sostenible de aviación (SAF por sus siglas en inglés) y, según estimaciones, este puede reducir hasta en un 80% las emisiones de CO2 a comparación del combustible tradicional que se utiliza para este tipo de actividad.
El término hace referencia a combustibles para avión que provienen de fuentes de energía alternativa que generan una menor contaminación y no derivan del petróleo. Algunas de las materias primas utilizadas son aceites vegetales, aceite de cocina usado o biomasa.
Según datos de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) estos combustibles ya se están distribuyendo en 63 aeropuertos del mundo, hay más de 26 legislaciones implementadas o en curso para impulsar esta tecnología y se han registrado más de 469.000 vuelos comerciales propulsados por SAF.
La institución asegura que los SAF “tienen el mayor potencial para reducir las emisiones de CO2 de la aviación internacional”. En este sentido, para lograr que estos combustibles tengan mayor presencia en el mercado la organización trabaja para crear estándares medioambientales a nivel mundial que determinen los criterios bajo los cuales un combustible se considere sostenible o no.
Asimismo, a partir del Convenio sobre Aviación Civil Internacional de Chicago distintos países se comprometieron para alcanzar la carbono neutralidad en las operaciones de vuelos internacionales para 2050. Anthony Philbin, vocero de OACI, señaló que para lograr esto se requiere:
Además, puntualizó que lo primordial para alcanzar el objetivo de descarbonización es el “aumento de la capacidad de producción mundial y el uso de los SAF”.
El uso de combustibles sostenibles de aviación también tiene grandes oportunidades en Colombia. Según una investigación de Bancolombia nuestro país tiene un gran potencial en la producción de los SAF gracias a que es el principal productor de aceite de palma de la región, materia prima que puede ser utilizada para la fabricación de este tipo de combustibles.
Además, en entrevista con el diario Portafolio, Carlos Graterón, director técnico de Fedebiocombustibles, aseguró que en Colombia ya se han hecho estudios de prefactibilidad para el desarrollo de plantas de producción de combustibles SAF.
Estas son dos noticias sumamente alentadoras especialmente si tenemos en cuenta que el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 Colombia Potencia Mundial de la Vida en la cuarta transformación de “Internacionalización y transformación productiva para la vida y acción climática” propone acelerar una transición energética justa, basada en el respeto a la naturaleza, la justicia social y la soberanía con seguridad, confiabilidad y eficiencia. Adicionalmente, se busca impulsar el desarrollo económico a partir de eficiencia energética, nuevos energéticos y minerales estratégicos para la transición.
En definitiva, los combustibles SAF son una gran oportunidad para descarbonizar el sector de la aviación en Colombia y el mundo. Sin embargo, tal y como lo señala la OACI no basta con la creación de este tipo de tecnología, es necesario que se prepare el terreno desde la política pública y la sociedad civil para que este tipo de combustibles puedan tener un mayor mercado.
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Desde el proyecto Camino Hacia Carbono Neutral, financiado por UK Pact y liderado por las organizaciones OpEPA y Climate Reality América Latina en alianza con la Procuraduría General de la Nación, se busca construir lazos y así conectar a las instituciones y a la sociedad civil con alternativas y soluciones frente a la crisis climática.
Durante su gestión, el proyecto ha participado activamente para entablar conversaciones con gobernantes, ciudadanía, sector privado y periodistas, con el objetivo de brindarles herramientas que permitan incluir la descarbonización como parte de los planes y narrativas adelantadas, y así construir comunidades resilientes a la crisis.
Si deseas conocer más sobre el proyecto y las alternativas que puedes tomar frente al cambio climático y la preservación del ambiente, ingresa a nuestro sitio web y explora las acciones que cuentan con un alto potencial de éxito en la mitigación de la crisis.
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