El 24 y 25 de octubre los colombianos y colombianas serán embajadores del llamado a la acción climática que busca poner en la agenda política y mediática las necesidades del país frente a la crisis más grande que afronta la humanidad: el cambio climático.
A vísperas del día mundial contra el cambio climático, los colectivos ambientales, organizaciones, líderes y lideresas y la sociedad civil de Colombia se preparan para alzar su voz y solicitar medidas urgentes ante la emergencia climática por medio del activismo digital, y en el marco coyuntural de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP 26, que se llevará a cabo en menos de una semana, y que tiene como objetivo este año avanzar hacia una economía neutra en carbono y alcanzar los objetivos del Acuerdo de París de mantener el aumento de la temperatura mundial en este siglo muy por debajo de los 2 °C, y proseguir los esfuerzos para limitar aún más el aumento de la temperatura a 1,5 °C.
Colombia asumió un compromiso de disminuir sus emisiones al 51% para el 2030 y de ser carbono neutral hacia 2050, no obstante, los esfuerzos a nivel subnacional van a otro ritmo y requieren de una mayor articulación con los territorios y con los planes de cambio climático nacionales. Por eso el 24 y 25 de octubre será relevante para poner sobre la “mesa” el tema de los desafíos climáticos y medioambientales que afronta Colombia y sus habitantes.
Se buscará exigir respuestas a los candidatos a la presidencia 2022, para que desde ya le den relevancia a desafíos como la deforestación, la protección de líderes ambientales, la gestión de residuos, las acciones de mitigación como la transición a medios de transporte libres de carbono y matrices energéticas sostenibles, la preservación de la biodiversidad, el aumento de áreas naturales protegidas, y la gestión de riesgos y de desastres, para que asuman compromisos reales ahora que se encuentran en la etapa previa de las elecciones.
¿Por qué es importante exigir acción climática en Colombia?
Colombia es uno de los países que presenta mayor vulnerabilidad a los efectos del cambio climático por su ubicación geográfica, variedad de pisos térmicos y su diversidad de ecosistemas y especies. De acuerdo con un estudio del IDEAM y el PNUD, el 100% de los municipios en Colombia están en riesgo por cambio climático. La alteración en los eventos climáticos generan perturbaciones en los ciclos naturales y por eso vemos cada vez más noticias de deslizamientos, inundaciones, nevados derritiéndose, corales blanqueándose, aumento de la erosión costera, y especies amenazadas por la pérdida de sus hábitats, entre otros problemas, que afectan el equilibrio de los ecosistemas y el bienestar integral de los colombianos.
Al cambio climático se le suma también problemas como el uso del suelo que afecta la disponibilidad del recurso hídrico y los ciclos naturales de los ecosistemas vivos, ya que todos los territorios están conectados.
Estos cambios empiezan a tener un impacto notable en las ciudades, en las que habitan el 77.1% de la población colombiana, lo que genera una gran preocupación en cuanto a la preservación de los ecosistemas circundantes y las especies que habitan en ellos, al igual que pone en cuestión la capacidad de resiliencia y adaptación de estas zonas urbanas, en donde los periodos de lluvia y sequía han venido incrementando por la intensidad de los fenómenos de la niña y del niño, y la poca o nula permeabilidad de los suelos cubiertos de asfalto generan desbordamiento de arroyos, inundando casas y negocios, y afectando en especial a los sectores más vulnerables por su condición social y económica.
La desconexión de las ciudades con los ecosistemas que las rodean, con los municipios cercanos y con el territorio, al igual que el modelo económico de consumo excesivo, el continuo uso de medios de transporte emisores de carbono, las matrices energéticas a base de combustibles fósiles, y las prácticas de agricultura no sostenibles, afectan de manera significativa la seguridad alimentaria, la disponibilidad del recurso hídrico, el cual será escaso por los periodos de sequía. La biodiversidad será más vulnerable, las infraestructuras tendrán daños por el aumento de los periodos de lluvia y la erosión, y la salud humana se verá afectada aún más a causa de la contaminación del aire, el aumento de las temperaturas, entre otros factores.
Todas esas razones que dejan ver la vulnerabilidad de Colombia ante la crisis climática deben traducirse en la necesidad de acción real ahora, de poder sentir empatía por los que apenas están creciendo y naciendo, por sus hijos e hijas, nietos, hermanas, sobrinos, por los niños y las demás especies herederas de este territorio llamado Colombia, y pertenecientes al planeta que goza de vida, la Tierra.
El ciberactivismo como herramienta para exigir acción real
Es momento de alzar la voz de todas las formas posibles, a través del arte, la música, un discurso, una frase, un baile, un tweet, un video, una fotografía. Ante la coyuntura mediática el ciberactivismo ha tomado fuerza, y Tweeter ha jugado un papel importante para comunicarnos con aquellas personas de la esfera pública. Ahora es más fácil saber qué proponen los candidatos y candidatas a la presidencia y cuáles son los temas que ellos hacen relevantes. Es momento de tomar las redes sociales y poner en la mesa el tema del cambio climático y los retos que deben cuestionarse los candidatos para asumir de manera responsable su postulación ante los ojos de los colombianos.
En Colombia existe la necesidad de comunicar y de exigir el justo y libre acceso a la información pública, para conocer y defender el patrimonio natural, económico, social y cultural del país. Por medio de la transparencia en la información se puede hacer veeduría de los planes de gobierno, de las decisiones políticas, y estar al tanto del cumplimiento de las propuestas. El activismo digital permite hoy en día que se tenga información de primera mano y sobre todo poder cuestionar y exigir respuestas a aquellas entidades y figuras públicas encargadas de administrar, legislar y judicializar en el país.
El medio digital permite que el acceso a la información no solo sea más inmediato, sino que tiene la facilidad de difusión, de hacerse viral, y de ser tendencia con un #hagámosloreal, y así posicionar un nuevo tema en la agenda mediática que se traduzca en compromisos políticos reales. Por eso es necesario aprovechar el ciberactivismo para posicionar el tema de la emergencia climática, para cuestionar las decisiones políticas y lo que están haciendo los alcaldes y gobernadores, y preguntarse si en verdad están preparando a las ciudades y municipios para los impactos de los efectos del cambio climático.
El ciberactivismo puede sensibilizar, informar y hacer tendencia un asunto tan delicado como el futuro del planeta y la estabilidad de las próximas generaciones. Es momento de cuestionar a los osados candidatos que tienen la valentía de querer asumir de primera mano retos tan grandes como el cumplimiento de Escazú, la salvaguarda de la vida de los líderes ambientales en el país con más casos de vulnerabilidad, y acabar con la deforestación que viene en aumento en el Amazonas. Ellos y ellas han hablado y expresado sus intereses por ser la primera autoridad del país, ahora es turno de la ciudadanía preguntar ¿cómo gestionarán los impactos de este fenómeno global en la cotidianidad del colombiano de a pie?, ¿cómo llevarán a cabo una adaptación inclusiva?, y ¿cómo planean mitigarlo entre todos los sectores?, porque el cambio climático afecta a todos económicamente, en la salud física y mental, y en cualquier cosa que se planee hacer a futuro.
La crisis climática afectará más a unos que otros, y todos no sufrirán los mismos impactos. En la costa Caribe el aumento del nivel del mar afectará más y habrá muchas inundaciones, mientras en la región Andina quizás afecte más la contaminación del aire o se den más deslizamientos en zonas de montaña, y así, en cada territorio será diferente. Incluso en las mismas ciudades, por ejemplo en las del Caribe, habrá personas que solo encenderán sus aires acondicionados para no sentir las altas temperaturas, mientras otros por situaciones económicas no podrán darse ese lujo.
Por eso la necesidad de datearse más sobre los acuerdos internacionales, saber qué se está haciendo en el país y en los municipios para prepararse para lo que viene. También es relevante empezar a cambiar los hábitos cotidianos para dar ejemplo con las acciones, llevar estilos de vida más sencillos, y sobre todo exigir acción real y ahora a los políticos y empresarios, y mirar en las agendas de los futuros candidatos a la presidencia, a las alcaldías y al congreso, si el tema de la emergencia climática es primordial en sus propuestas.
¿Cómo participar y alzar tu voz?
Este 24 y 25 de octubre súmate a la campaña #Hagámosloreal Colombia, en el marco del día mundial contra el cambio climático y en vísperas de la participación de Colombia en la #COP26 exijamos juntos respuestas a los candidatos(as) a la presidencia 2022 sobre los desafíos climáticos y medioambientales que enfrenta el territorio colombiano y sus habitantes.
Esta es la oportunidad para poner el foco de atención sobre la #crisisclimática y presionar a los y las tomadores de decisiones para asumir compromisos reales y más ambiciosos y así alcanzar las metas climáticas y garantizar el bienestar integral de los colombianos.
¡Participemos por el futuro de Colombia y de las herederas y herederos del planeta!
Artículo escrito por Brianda Jiménez Bolívar