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El camino hacia la carbono neutralidad requiere que Colombia realice una transición energética en diferentes sectores económicos.

Pros y contras de la transición energética en Colombia

Cuando pensamos en Colombia, seguro lo primero que se nos viene a la cabeza es la riqueza natural de la Amazonía, la Sierra Nevada y la vasta diversidad de sus ecosistemas. En medio de tanta biodiversidad y reconociendo su importancia y los riesgos que enfrentamos ante el cambio climático, el país ha comenzado un camino determinante hacia la carbono neutralidad. En un esfuerzo por abordar los desafíos del cambio climático, el país ha trazado planes ambiciosos en materia de transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles.

Nuestro país ha experimentado un cambio significativo en su matriz energética en los últimos años. Tradicionalmente dependiente de fuentes no renovables como el carbón y el petróleo, Colombia está priorizando la diversificación de su mezcla energética. La implementación de tecnologías limpias, como la energía solar y eólica, ha ganado terreno en medio de un compromiso renovado con la sostenibilidad.

Este cambio no solo responde a las crecientes preocupaciones ambientales, sino también a la búsqueda de la independencia energética y la reducción de la vulnerabilidad a los vaivenes de los precios internacionales del petróleo.

El gobierno colombiano ha delineado una estrategia integral para abordar la transición energética. En primer lugar, se ha establecido una serie de metas ambiciosas que buscan aumentar significativamente la participación de las energías renovables en la matriz energética del país para 2030. Este enfoque incluye no solo la generación de electricidad, sino también la movilidad sostenible y la eficiencia energética. 

La promesa del país es disminuir en un 51% las emisiones de CO2 para el 2030 y para el 2050 llegar a la carbono neutralidad. Dichas metas se estipularon en la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC) del país, en la Estrategia Climática de Colombia de Largo Plazo (E2050) y en la ley 2169 de 2021.

Si estás interesado en seguir ampliando información sobre este tema te recomendamos escuchar el primer episodio de nuestro podcast “el aire que respiro”, en el que abordamos la transición energética con las perspectivas de expertos y compartiendo la experiencia inspiradora de la comunidad energética de El Salvador, en Medellín. 

[Retomemos]

Lo más y lo menos en el camino hacia la carbono neutralidad

Lo más…

  • Impacto ambiental positivo: La transición hacia fuentes de energía renovable reduce significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo así a la mitigación del cambio climático y la preservación del ambiente.
  • Generación de empleo: La expansión del sector de energías renovables impulsa la creación de empleo en áreas como la instalación y mantenimiento de infraestructuras, así como en la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
  • Independencia energética: La diversificación de la matriz energética disminuye la dependencia de fuentes no renovables importadas, proporcionando una mayor autonomía y estabilidad en el suministro energético.

Lo menos…

  • Desafíos en la intermitencia: Las fuentes de energía renovable, como la solar y la eólica, pueden ser intermitentes y dependen de condiciones climáticas específicas. Esto plantea desafíos para garantizar un suministro estable de electricidad.
  • Inversión inicial elevada: Aunque a largo plazo las energías renovables son más rentables, la inversión inicial en infraestructuras y tecnologías limpias puede ser significativa, lo que podría requerir subsidios y apoyo gubernamental.
  • Desplazamiento laboral: A medida que la transición avanza, ciertos sectores vinculados a las energías no renovables pueden experimentar desplazamiento laboral. La reeducación es imperativa para mitigar este impacto social.

El rol de la ciudadanía

La transición hacia la carbono neutralidad no es únicamente responsabilidad del gobierno; la ciudadanía también juega un papel crucial. El fomento de prácticas sostenibles, la adopción de tecnologías limpias en el hogar y la participación en proyectos comunitarios son formas en que los ciudadanos pueden contribuir activamente a esta transformación.

Colombia se encuentra en una encrucijada histórica, donde el compromiso con la transición energética no sólo define su futuro, sino también su contribución a la lucha global contra el cambio climático. A medida que la nación avanza hacia la carbono neutralidad, es imperativo que se mantenga un diálogo abierto entre el gobierno, la industria, la academia y la sociedad civil para superar los desafíos y garantizar un futuro sostenible para las generaciones venideras.


Desde el proyecto Camino Hacia Carbono Neutral, financiado por UK Pact y liderado por las organizaciones OpEPA y Climate Reality América Latina en alianza con la Procuraduría General de la Nación, se busca construir lazos y así conectar a las instituciones y a la sociedad civil con alternativas y soluciones frente a la crisis climática

Durante su gestión, el proyecto ha participado activamente para entablar conversaciones con gobernantes, ciudadanía, sector privado y periodistas, con el objetivo de brindarles herramientas que permitan incluir la descarbonización como parte de los planes y narrativas adelantadas, y así construir comunidades resilientes a la crisis. 

Si deseas conocer más sobre el proyecto y las alternativas que puedes tomar frente al cambio climático y la preservación del ambiente, ingresa a nuestro sitio web y explora las acciones que cuentan con un alto potencial de éxito en la mitigación de la crisis. 

¡Conócenos! 

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