Cuando hablamos de afrontar el cambio climático uno de los principales obstáculos es lograr que todo lo que se anuncia por parte de gobiernos o empresas se haga realidad. “Pasar del dicho al hecho” no es solo un dicho que rima, es una exigencia que se debe hacer desde la ciudadanía para que estos anuncios no se conviertan en meras estrategias políticas o de marketing.
En las últimas semanas la reconocida activista sueca Greta Thunberg anunció que no estaría en la COP27, la cumbre climática más importante del año, ya que, entre varias razones, consideraba que el evento era una oportunidad de “Greenwashing” para Egipto.
Aunque el greenwashing es un concepto que existe desde hace años, gracias a la influencia de Thunberg el término se hizo tendencia recientemente y muchas personas empezaron a utilizarlo en redes. El diccionario de Cambridge define “greenwashing” como “comportamiento o actividades que hacen creer a la gente que una empresa hace más por proteger el medio ambiente de lo que realmente hace”.
Por su parte, el secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha señalado que “cada vez son más los gobiernos y los agentes no estatales que se comprometen a no emitir emisiones de carbono, lo que obviamente es una buena noticia. El problema es que los criterios y los puntos de referencia de estos compromisos de cero emisiones tienen distintos niveles de rigor y lagunas lo suficientemente amplias como para atravesar un camión de gasoil”.
Este es un término que se escucha con más frecuencia conforme surgen más personas e instituciones que anuncian que están haciendo algo por enfrentar la crisis climática, pero… ¿Quiénes lo están haciendo?
Por medio de un estudio realizado por New Climate Institute para investigar la responsabilidad climática de las organizaciones privadas en el 2022 se analizaron las estrategias de “cero emisiones” de 25 empresas de talla mundial. La investigación encontró que de todas las empresas que prometían reducir el 100% de sus emisiones de GEI, solo tres (Maersk, Vodafone y Deutsche Telekom) contaban con un plan para reducir más del 90% de las emisiones generadas durante toda la cadena de producción; el resto de las organizaciones tenía porcentajes muchos más bajos.
En total, el instituto halló que del 100% de las emisiones que se pretendían eliminar, las estrategias de estas 25 empresas solo reducirán, en promedio, el 20% de su huella de carbono.
Si bien hay empresas que utilizan estas estrategias de greenwashing únicamente para aumentar sus ganancias, cada vez son más las organizaciones que toman la decisión de mejorar sus procesos para ayudar al planeta.
Por ejemplo, según datos de la Cámara de Comercio de Bogotá, 4 de cada 10 empresas ya ha realizado acciones para hacer frente al cambio climático y el 51% de los empresarios encuestados conoce el concepto del cambio climático y las medidas a implementar en sus organizaciones.
Es decir, existe la voluntad y hay que fortalecer aquellos procesos empresariales que buscan la descarbonización a la vez que se señalan aquellos que solo lo utilizan como herramienta de marketing.
En este sentido, Naciones Unidas estableció 10 criterios que debe seguir toda organización para darle garantías a sus promesas de descarbonización:
El IPCC ya advirtió que necesitamos mantener el aumento de la temperatura de la tierra por debajo de los 1,5° para 2030 y esto solo lo podremos lograr con el trabajo conjunto de todos y todas desde los distintos sectores de la sociedad.
El greenwashing nos aleja de este objetivo y necesitamos compromisos reales. No basta con decirlo, la acción climática debe ser una realidad.
Si quieres saber más sobre cómo avanza la descarbonización en los distintos sectores de la sociedad, te invitamos a que visites nuestra página web. Allí encontrarás toda la información relevante sobre la descarbonización y la acción climática en Colombia y el mundo.
Desde el proyecto Camino Hacia Carbono Neutral, financiado por UK Pact y liderado por las organizaciones OpEPA y Climate Reality América Latina en alianza con la Procuraduría General de la Nación, se busca construir lazos y así conectar a las instituciones y a la sociedad civil con alternativas y soluciones frente a la crisis climática.
Durante su gestión, el proyecto ha participado activamente para entablar conversaciones con gobernantes, ciudadanía, sector privado y periodistas, con el objetivo de brindarles herramientas que permitan incluir la descarbonización como parte de los planes y narrativas adelantadas, y así construir comunidades resilientes a la crisis.
Si deseas conocer más sobre el proyecto y las alternativas que puedes tomar frente al cambio climático y la preservación del medio ambiente, ingresa a nuestro sitio web y explora las acciones que cuentan con un alto potencial de éxito en la mitigación de la crisis.
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