Durante los meses de julio y agosto desde el proyecto Camino Hacia Carbono Neutral hemos realizado 24 mesas de trabajo en las que hemos establecido puentes de diálogo con 472 líderes y lideresas de pueblos indígenas, comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales o Palenqueras (NARP), mujeres y jóvenes con el fin de identificar cómo el cambio climático les afecta de manera diferencial y de qué manera sus conocimientos y prácticas tradicionales, así como sus experiencias territoriales pueden contribuir en la acción climática, al tiempo que aportan a reducir las brechas de desigualdad.
A continuación encontrarás un resumen con los hallazgos más relevantes de estas mesas. Además, a través de este link podrás entrar a los archivos de sistematización utilizados en cada mesa para información más detallada.
Las comunidades indígenas de Antioquia han sido fuertemente afectadas por la alteración de los ciclos naturales de la Tierra, lo que ha causado la reducción de la productividad agrícola, la pérdida de las semillas tradicionales y la degradación de lugares sagrados.
A su vez, sostienen que es necesario ampliar la pedagogía para entender que el ser humano es parte de la naturaleza y que “si la madre se destruye, nosotros también”. De igual manera, señalaron que las mujeres indígenas tienen un rol vital en la lucha contra el cambio climático, ya que desde los procesos de crianza se pueden inculcar los valores de conservación de los servicios ambientales que presta la naturaleza.
Los y las gobernadores indígenas que participaron en la mesa, también indicaron que estarían a favor de que se realizaran proyectos en sus territorios como compostaje con residuos y procesos de recuperación ambiental de zonas donde se ha realizado ganadería.
Por su parte, los y las jóvenes del departamento comentaron que los cambios en la temperatura por la variación climática aumentan la presencia de ciertas enfermedades, afectan su bienestar mental y generan la pérdida de recursos, afectando así su calidad de vida. En este sentido, destacan que son los responsables de generar esos cambios que garanticen en el futuro su calidad de vida por medio del desarrollo de planes, programas y proyectos que promuevan la convivencia con el otro y la naturaleza.
Desde otro punto de vista, las mujeres líderes en Antioquia compartieron con nosotros que el cambio climático las afecta principalmente por la pérdida de la autonomía económica, principalmente de aquellas que se dedican a la agricultura. Asimismo, conlleva al aumento en las actividades del cuidado, al tener que garantizar el bienestar de quienes están a su cargo y que sufren los efectos de las amenazas climáticas como inundaciones, deslizamientos y desbordamientos de ríos y quebradas (avenidas torrenciales). Se destaca igualmente, que dichas amenazas climáticas afectan el núcleo familiar, que en gran medida es sostenido por las mujeres, al generar su desplazamiento y por tanto la reubicación de sus viviendas en zonas en las que no pueden continuar con sus formas tradicionales de subsistencia.
Asimismo, sostuvieron que les gustaría que en la región se realizaran proyectos de captura de carbono, a través de procesos de conservación en ecosistemas de páramo o de energización de colegios rurales con paneles solares.
Finalmente, por medio de un manifiesto las comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras – NARP de Antioquia indicaron que el cambio climático tiene grandes impactos sobre su población, tales como la reducción de su seguridad, soberanía y autonomía alimentaria, la pérdida de medios de subsistencia y formas tradicionales de apropiación del territorio y su desplazamiento, lo que lleva a la pérdida de las tradiciones y de la cultura.
Partiendo de esto, hicieron una invitación a los tomadores de decisiones para que implementen acciones decididas para hacer frente al cambio climático, acompañadas de procesos de concientización y teniendo en cuenta los conocimientos y prácticas tradicionales de las comunidades NARP.
Las mujeres lideresas del Valle del Cauca manifestaron que el cambio climático las afecta directamente en su salud física y mental debido principalmente a los cambios que se generan en el acceso a los alimentos y el mantenimiento de la dieta tradicional de sus familias. No obstante, mencionaron que a través del empoderamiento, liderazgo y participación de las mujeres en todos los espacios de decisión (especialmente educación y emprendimiento) se podrá combatir la crisis climática, a la vez que se reducen las brechas de desigualdad.
Por otra parte, desde los pueblos indígenas indicaron que, por ejemplo, a causa de las intensas lluvias se presentan amenazas climáticas como crecidas de los ríos, lo cual ha generado pérdida de cultivos y viviendas, forzando su desplazamiento, lo que conlleva a la pérdida de su cultura. De esta manera, manifestaron que es necesario tomar medidas efectivas para relacionarse de manera responsable con la naturaleza.
En cuanto a su interés para el desarrollo de proyectos que aporten a la reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero-GEI manifestaron las siguientes ideas:
En cuanto a los y las jóvenes, señalaron que el cambio climático les afecta especialmente en su acceso a servicios públicos, así como el disfrute de los espacios naturales saludables al aire libre y afectaciones a la salud por el aumento en la incidencia de enfermedades. Ante esta realidad, propusieron proyectos para atender la crisis desde la reforestación de zonas con especies endémicas, implementación de centros de reciclaje de residuos no aprovechables y el aprovechamiento de los escombros para crear materiales de construcción.
Finalmente, las comunidades NARP del Valle del Cauca hicieron un llamado a través de un manifiesto para que en las estrategias para la mitigación y adaptación al cambio climático se reconozcan sus conocimientos y prácticas tradicionales que permiten conservar los recursos y utilizarlos de manera sostenible. Asimismo, se destacó la fuerte gobernanza y gobernabilidad del territorio.
En el departamento de Boyacá estuvimos hablando con la población más joven y nos explicaron que el mayor efecto del cambio climático en la región es la pérdida de la biodiversidad, en especial en los vulnerables e irremplazables ecosistemas de páramo, lo cual acarrea la disminución de la soberanía alimentaria e impactos sobre la identidad cultural del territorio. A su vez, los y las jóvenes destacaron que la mayor herramienta que tienen para hacer frente a la crisis climática es la educación ambiental que se puede realizar por medio de espacios de divulgación.
Por su parte, las comunidades NARP del departamento manifestaron que es necesario que se tengan en cuenta en los procesos de toma de decisión frente al cambio climático, ya que sus conocimientos colectivos (especialmente los de las mujeres) pueden ser una oportunidad para hacer frente a la crisis.
Específicamente desde la perspectiva de las mujeres, las participantes de la mesa explicaron que la variabilidad climática ha generado afectaciones a su independencia económica y, al ser ellas responsables de las labores del cuidado, estos cambios conllevan a mayor esfuerzo y trabajo.
Finalmente, los pueblos indígenas de Boyacá propusieron desarrollar a través de la Corporación Autonomía Regional, procesos de conservación en la Serranía de las Quinchas y sus alrededores e impulsar el fortalecimiento de viveros para procesos de restauración ecológica y conservación de las cuencas hídricas.
Desde el norte del país, a través de un manifiesto las comunidades NARP del departamento de Atlántico resaltaron que es urgente trabajar en la recuperación de la calidad de los suelos y de los cuerpos de agua para favorecer la producción de alimentos locales y así fortalecer la seguridad alimentaria, un aspecto fuertemente impactado por el cambio climático.
Los pueblos indígenas señalaron que antes era posible predecir tiempos de lluvias o verano con solo mirar la Luna, sin embargo, en la actualidad esta práctica desapareció debido a la variación climática. Además, destacaron el caso del desbordamiento de la ciénaga, que más que una inundación es una forma de volver a su cauce original.
Por otra parte, las mujeres nos comentaron que el cambio climático tiene efectos negativos en su vida diaria. Por ejemplo, las participantes hicieron énfasis en que el aumento de la temperatura obliga a las mujeres a usar ropa corta y ligera, siendo mal interpretadas como provocadoras por el sexo opuesto, exponiéndolas ante situaciones de violencia sexual. Del mismo modo, la forma de lucir su cabello largo y suelto, es casi imposible por el intenso calor que se presenta en el territorio.
Ante esta problemática que afecta a todos y todas, los jóvenes propusieron soluciones con una mirada holística que aborden la crisis desde diferentes dimensiones. Entre las sugerencias de los jóvenes se destacaron el fomento de la educación, implementación de proyectos de reforestación, energías alternativas, senderismo o caminatas ecológicas; implementación de transportes alternativos, al igual que acciones para reciclary reutilizar.
Aunque es uno de los departamentos más productivos del país, en Cundinamarca existen grandes brechas de desigualdad que son intensificadas por el cambio climático y afectan de forma diferencial a las personas y grupos más vulnerables. Por ejemplo, las y los jóvenes del departamento manifestaron que la crisis climática les afecta en aspectos como la degradación de los suelos y el aumento de las enfermedades generadas por la contaminación ambiental, dentro de las cuales se destacan los efectos en la salud mental por la incertidumbre sobre su futuro.
Por su parte, las comunidades NARP de la región sostienen que una de las mejores alternativas para combatir el cambio climático es a través de la producción de alimentos a escala local, mediante prácticas como la huertas caseras; así como acciones de conservación y protección de la naturaleza.
Desde los pueblos indígenas del departamento selañaron que el cambio climático es una clara muestra de la desconexción que existe entre el ser humani y la Tierra. En este sentido, proponen que se impulsen proyectos que no impacten de manera negativa a la naturaleza por medio de la obtención de energía a través de la descomposición de residuos sólidos o un sistema de agua potable para la comunidad a través de nebulones y que sea energizado con paneles solares.
En cuanto a las mujeres que participaron en la mesa, es de resaltar que debido al cambio climático tienen que enfrentar mayores amenazas por deslizamientos, sequías e inundaciones que impactan sus vidas y las de sus familias. Esto incrementa las actividades del cuidado, además de generar impactos en la canasta familiar y pérdida de seguridad alimentaria.
Como podemos ver, el cambio climático nos afecta a todos y todas, pero sus impactos son más intensos para personas y grupos poblacionales que presentan altos índices de desigualdad y necesidades básicas insatisfechas, como ocurre con las comunidades NARP, los pueblos indígenas, las mujeres, en especial aquellas que habitan las zonas rurales y los y las jóvenes. Por esta razón, en agosto, el proyecto Camino Hacia Carbono Neutral llevó a cabo 5 talleres sobre acción climática inclusiva, que tuvieron como objetivo fortalecer las capacidades de los departamentos y los municipios priorizados para la formulación de proyectos de descarbonización con enfoque GESI (Gender and Social Inclusión).
El Taller forma parte del proceso de acompañamiento que desde el proyecto CHCN se está realizando para acelerar la acción climática a nivel municipal y así avanzar hacia territorios carbono neutrales, a partir de acciones climáticas que consideren en su implementación los enfoques étnico, de género y juventud; de tal manera que las transiciones que como sociedad se necesitan para hacer frente al cambio climático se realicen de forma justa, equitativa e incluyente.
A los talleres asistieron 147 personas entre funcionarios y funcionarias públicas y representantes de las comunidades NARP, pueblos indígenas, mujeres y jóvenes que participaron en las mesas de trabajo, de 57 municipios en los cinco departamentos priorizados.
En el taller se abordaron los fundamentos teóricos del enfoque GESI y a partir de las reflexiones obtenidas en las mesas de trabajo, de manera práctica se analizó la inclusión del enfoque GESI en proyectos de descarbonización tipo, por medio de una herramienta creada por el proyecto CHCN, compuesta por una serie de pasos sistemáticos que permiten identificar los beneficios que el proyecto genera para los grupos vulnerables, así como, si éste contribuye a la reducción de las desigualdades de género.
Una vez agotada esta etapa, las y los participantes formularon un proyecto de descarbonización con enfoque de género e inclusión social, considerando el contexto de cada territorio.
De esta manera, el proyecto CHCN continúa trabajando a escala local para acelerar la transición justa hacia la carbono neutralidad.
Te invitamos a visitar nuestra página web para conocer a fondo cómo va la acción climática en Colombia y el mundo.
Desde el proyecto Camino Hacia Carbono Neutral, financiado por UK Pact y liderado por las organizaciones OpEPA y Climate Reality América Latina en alianza con la Procuraduría General de la Nación, se busca construir lazos y así conectar a las instituciones y a la sociedad civil con alternativas y soluciones frente a la crisis climática.
Durante su gestión, el proyecto ha participado activamente para entablar conversaciones con gobernantes, ciudadanía, sector privado y periodistas, con el objetivo de brindarles herramientas que permitan incluir la descarbonización como parte de los planes y narrativas adelantadas, y así construir comunidades resilientes a la crisis.
Si deseas conocer más sobre el proyecto y las alternativas que puedes tomar frente al cambio climático y la preservación del medio ambiente, ingresa a nuestro sitio web y explora las acciones que cuentan con un alto potencial de éxito en la mitigación de la crisis.
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