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El Gobierno de Boyacá declaró el día 18 de enero la situación de calamidad pública mediante el Decreto número 100.

Boyacá en calamidad pública: claves para comprender y mitigar el impacto del fenómeno de El Niño

El pasado jueves 18 de enero la Gobernación de Boyacá, en cabeza de Carlos Amaya, declaró al departamento en calamidad pública con el respaldo del Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres.

Esto, porque el departamento enfrenta incendios, desabastecimiento de agua y pérdidas a causa de las heladas. Estos impactos ambientales y socioeconómicos derivados del fenómeno de El Niño han llevado a que el gobierno local tome acciones para contrarrestar sus efectos.

¿Pero qué es una calamidad pública?

Según la “Guía metodológica para la elaboración del Plan de Acción específico” de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, una calamidad pública es el resultado de eventos naturales o antropogénicos que, al interactuar con condiciones vulnerables en personas, bienes, infraestructura y el entorno, provocan daños significativos. Estos daños generan alteraciones graves y extensas en el funcionamiento normal de una comunidad, requiriendo acciones inmediatas de respuesta, rehabilitación y reconstrucción.

En este sentido, el fenómeno de El Niño que azota al país, sumado a la vulnerabilidad del departamento, generan un entorno propicio para que los incendios y otros fenómenos se presenten de manera contundente y difícil de controlar, y por tanto, sea necesaria una figura que garantice la atención inmediata y suficiente.

¿Por qué esto es importante?

Boyacá cuenta con el mayor número de municipios en alerta roja por amenaza de incendios. Hasta el 17 de enero del presente año, 87 de los 123 municipios se encuentran en pronóstico de amenazas por incendios. De estos, 38 están en alerta roja y 31 en alerta amarilla. Además, del 1 al 18 de enero ya se han presentado 47 incendios en 31 municipios y se han reportado 17 puntos calientes en el departamento, de los cuales se mantienen 4 priorizados en Güicán, área de importancia estratégica y ambiental para El Cocuy.

Además de la condición de alerta del departamento, hay otros temas clave que preocupan y requieren de atención inmediata.

Acceso al recurso hídrico

A las comunidades les falta agua. Hay 34 municipios que registran algún tipo de desabastecimiento de agua. Las solicitudes se resumen en 2 para atender incendios y 32 para abastecimiento de agua en veredas, instituciones educativas, cárceles y población en general. Actualmente, 10 municipios están realizando racionamientos de agua, siendo los más afectados por disminución en su caudal de agua de sus acueductos en municipios como Turmequé, Sora, Somondoco, San José de Pare, Saboyá, Ramiriquí, Buenavista, Chiscas y Chivor.

Otros fenómenos climáticos: heladas

Como es frecuente en esta época del año, las heladas no dejan tranquilo al departamento. Boyacá presenta cambios drásticos de temperaturas con bajas de hasta -6°C, reportados e identificados en las provincias Tundama, Centro y Sugamuxi. Se han recibido reportes telefónicos de los municipios como Belén, Cerinza, Chivatá, Oicatá, Tuta, Soracá, Aquitania y Paipa, entre otros. Esto representa una suma de millonarias pérdidas económicas para campesinos y ganaderos de la región.

Por este motivo, y sumado a lo expuesto anteriormente, el Gobierno de Boyacá declaró el día 18 de enero la situación de calamidad pública mediante el Decreto número 100, ya que se encuentran en riesgo la vida, integridad y salud de los boyacenses.

¿Tiene relación el Fenómeno del Niño con la crisis climática y con la situación del departamento?

El Niño es un fenómeno de calentamiento que hace que la superficie del Pacífico se caliente, debilitando los vientos en las superficies y aumentando las precipitaciones en la parte sur y este del océano. Aunque este es un fenómeno sin origen humano, la crisis climática actual hace que éste fenómeno se presente de manera más contundente e intensa.

La combinación de El Niño y los riesgos asociados a la crisis climática han llevado a que, según el Observatorio europeo del clima Copernicus en su balance anual, el año 2023 sea considerado el más cálido de la historia, superando el anterior récord del año 2016. Además, un estudio del Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido señala que existe un 50% de posibilidades de que la temperatura global alcance temporalmente los 1,5°C por encima de la era preindustrial. La urgencia de abordar la crisis climática es evidente.

¿Qué podemos hacer para aportar en esta situación?

El contexto del departamento exige actuar de manera urgente. La ciudadanía no debe asumir un papel de simple espectador, sino tomar acción. Aquí encuentras algunas prácticas con las que puedes aportar en tiempos de calamidad:

  • No arrojar basuras, especialmente vidrios o colillas de cigarrillos, ya que podrían generar incendios en zonas verdes. Nada de quemas ‘controladas’, ya que representan un riesgo altísimo en esta época del año. Avisa a las autoridades cuando observes columnas de humo.
  • Decir no a los paseos de olla, y si los vas a realizar, lleva comida preparada para evitar las fogatas en zonas de vegetación.
  • En cuanto al agua, sé consciente de su uso racional: cierra la llave, revisa escapes de agua y lava la ropa con carga completa.
  • Para conocer otras recomendaciones para cuidar tus cultivos en época de heladas puedes leer nuestro reportaje ‘¿Por qué está tan cara la cebolla y qué tiene que ver con la crisis climática?