En el panorama actual, donde la crisis climática y sus efectos hacen parte del discurso cotidiano y popular, es fundamental definir y entender el alcance y papel que cumple el financiamiento climático en un proceso de adaptación, mitigación y regeneración hacia modelos de vida más sostenibles y amigables con el ambiente. Según múltiples estimaciones realizadas por personas expertas en la materia a nivel global, no tomar acciones para mitigar los costos, gastos y riesgos de la crisis climática en Colombia y Latinoamérica, podría representar pérdidas entre el 1 y el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) por año (CEPAL, 2015). Esto, además de reforzar el hecho de que la transición es urgente, permite explorar las posibilidades de crecimiento que una transición hacia otras formas de vida puede representar para Colombia y otros países de la región.
Particularmente en Colombia, se abrió la conversación sobre financiamiento climático en 2011, luego de la aprobación del CONPES 3700, por medio del cual se pretendía la creación de estrategias institucionales para la articulación de políticas y acciones en materia de cambio climático en el país. El financiamiento climático a nivel nacional está soportado por la Estrategia Nacional de Financiamiento Climático (ENFC 2012-2018), la cual tiene su base en instrumentos como: la Política Nacional de Cambio Climático (PNCC), la Estrategia Colombiana de Desarrollo Bajo en Carbono (ECDBC), el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), la Estrategia Integral de Control a la Deforestación y Gestión de los Bosques, el Plan Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres, la Estrategia de Protección Financiera Frente a Desastres, el Plan Nacional de Desarrollo (en sus diferentes ediciones), entre otros, en el marco de las herramientas necesarias para dar cumplimiento a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París.
Colombia tiene metas ambiciosas: reducción del 51% de las emisiones a 2030, 100% de los departamentos con planes integrales( adaptación y mitigación) de cambio climático a 2030, carbono neutralidad a 2050; y el proceso solo es posible con el trabajo conjunto entre gobiernos, entidades, organizaciones, empresas y demás instituciones relevantes en la estructura social, económica y política moderna, que deben respaldar técnica y financieramente la implementación de alternativas más sostenibles y resilientes a los efectos de la crisis climática que incluyen, aunque no se limitan, a: pérdida de biodiversidad, contaminación del aire, calentamiento global, sequías, inundaciones, tormentas, pérdida de soberanía alimentaria, hambruna, entre otros.
En términos generales, es importante resaltar que el financiamiento climático proviene de múltiples fuentes que circulan entre fondos del sector público y privado. En resumen, se conoce como financiamiento climático, “todos los recursos locales, nacionales o transnacionales, provenientes de fuentes públicas, privadas y alternativas, dedicados a adaptar y mitigar el cambio climático a nivel mundial, con el objetivo de reducir las emisiones de GEI, reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia de los sistemas a los impactos negativos del cambio climático”, según lo estipulado por la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).
Actualmente, existen diferentes instrumentos de financiamiento climático que permiten dar guía para la distribución de estos recursos. Algunos de estos instrumentos, son: bonos verdes, garantías, canjes de deuda, préstamo concesional y no concesional, cofinanciamiento, subvenciones y donaciones, pago basado en resultados y pago por servicios ambientales. Cada uno de estos instrumentos permite a las empresas, gobiernos, instituciones y organizaciones, invertir recursos para soluciones técnicas, tecnológicas, educativas, de infraestructura o de capacitación, enfocadas en procesos de mitigación y adaptación.
En la actualidad, en Colombia las fuentes de financiación a través de los cuales se pueden acceder a recursos son:
Estos fondos son de acceso nacional y su representante es el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS), quien evalúa a nivel interno los proyectos propuestos y presenta a los fondos los proyectos nacionales priorizados. En Colombia, se han gestionado recursos a través del Fondo verde del Clima y Fondo Adaptacion de Naciones Unidas para el Macroproyecto La Mojana por 45 Millones de USD, 3 proyectos en el Fondo Especial para el Cambio climático por 7.5 Millones de USD y 36 proyectos a través del Fondo para el Medio ambiente Mundial con recursos por 117 millones de USD.
El acceso a estos fondos se puede dar desde las convocatorias que se abren de forma anual y pueden acceder entidades públicas y privadas así como organizaciones sociales. Las prioridades de financiación sobre las cuales se acceden a recursos están relacionadas con el cumplimiento a las NDC, objetivos de desarrollo sostenible nacionales. A través de estos fondos, en Colombia se han ejecutado más de 150 proyectos desde 2017 con un valor aproximado de 1.238 millones de USD.
El financiamiento asociado a cambio climático en el país proviene de distintas fuentes de recursos, distribuidas de la siguiente forma:
Según los datos recopilados por Camino Hacia Carbono Neutral, en el trabajo adelantando por la coordinación de financiamiento y basados en el informe Monitoreo Reporte y Verificación de financiamiento climático (MRV), se estima que en Colombia, para el año 2021, se destinaron un total de $5,6 Billones de pesos para el financiamiento climático los cuales: $959 mil millones de pesos para 103 proyectos desde del sector público nacional, $4 billones en medidas de mitigación del cambio climático y $686 mil millones en medidas de adaptación al cambio climático a través del sector bancario. Asimismo, el reporte indica que entre 2011 y 2021 se destinaron $23,6 billones de pesos a proyectos e iniciativas de mitigación y adaptación a la crisis climática (casi el monto que se espera recuperar con la propuesta de reforma tributaria actual).
Esta cifra, permite deducir el estado del financiamiento climático en Colombia, que hace evidente que existen recursos suficientes para lograr una transición justa, rápida y coherente con las necesidades de cada territorio. No obstante este panorama, parte de este presupuesto no está siendo ejecutado eficientemente.
Lo anterior se debe principalmente a una distribución centralizada de los recursos, la falta de capacidad técnica para construir proyectos factibles, la desarticulación de las políticas y las instituciones dentro y fuera de los territorios, la falta de entendimiento de los cierres financieros de los proyectos en los retornos de inversión a largo y mediano plazo y sus beneficios sociales implícitos y aún no cuantificados. En otras palabras, nuevamente: hay dinero, hay políticas, pero no hay iniciativas de carácter suficiente y especializado para ser consideradas como financiables, como consecuencia de la poca capacitación y acompañamiento que reciben quienes trabajan en entidades públicas y las comunidades más allá del centro del país. Esto, inevitablemente ocasiona que parte del dinero disponible retorne a los fondos de donde fueron distribuidos y destinados, y nuevamente las necesidades en los territorios no sean atendidas.
Para solventar los retos que se presentan en Colombia al respecto del financiamiento climático es fundamental:
Con el objetivo de impulsar cada uno de éstos procesos, desde Camino Hacia Carbono Neutral se está trabajando directamente en la construcción de 166 proyectos, distribuidos en los 5 departamentos priorizados por el proyecto: Boyacá, Valle del Cauca, Antioquia, Cundinamarca y Atlántico. Para lograr este acompañamiento y lograr que los proyectos sean considerados factibles y financiables, CHCN está acompañando paso a paso la construcción de cada uno de ellos, apoyado en el capital humano del proyecto y las herramientas digitales disponibles.
Adicionalmente, CHCN está trabajando en un proceso de conexión de los proyectos con los principales agentes financiadores del país, tanto del sector privado como el público. Para construir este contacto y conectar los proyectos con el presupuesto vigente, se realizó una primera rueda de negocios en el departamento de Antioquia, en el marco de la Convención Internacional de Emergencia Climática 2022. A esta primera feria asistieron 117 personas entre financiadores y gestores/as de los proyectos, 233 reuniones de contacto y se estimó una inversión aproximada de 5.500 millones COP.
Adicionalmente, se están organizado cuatro ruedas de negocios adicionales, que se llevarán a cabo en las ciudades principales de los departamentos priorizados: Tunja (16 noviembre), Cali, (22 noviembre), Barranquilla (29 noviembre) y Bogotá (1 y 2 de diciembre). Allí, nuevamente, se buscará conectar los diferentes actores que participan en el proceso, impulsando un panorama de ejecución mucho más eficiente y adaptado a las necesidades reales de cada territorio y las comunidades que lo habitan.
Este proceso, busca incidir en los territorios y acelerar la acción climática en Colombia, con el objetivo de contribuir al camino por la descarbonización de nuestras prácticas, en el marco de las metas que hemos fijado como país y como especie.
Para más información, consultar el sitio web de Camino Hacia Carbono Neutral.