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Este capítulo describe la ruta para la estructuración de un proyecto climático incluyendo la identificación de financiadores.

7.1 | ¿Cómo estructurar un proyecto climático?

Este capítulo describe la ruta para la estructuración de un proyecto de descarbonización.

Sobre este capítulo

La descarbonización es un proceso progresivo destinado a eliminar el consumo de combustibles fósiles en las actividades económicas y en la prestación de servicios básicos de un territorio, con el objetivo de contribuir a la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Por lo tanto, los proyectos de descarbonización buscan reducir o eliminar estas emisiones mediante el aumento de la eficiencia de los procesos, la reconversión tecnológica, la implementación de buenas prácticas de uso de energía, mejoras en la logística del transporte, innovación en materiales de construcción, entre otras medidas. Para lograr la neutralidad de carbono, los proyectos de descarbonización deben incluir un proceso de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) que permita documentar la efectiva eliminación o reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

La correcta formulación y estructuración de un proyecto de descarbonización depende de factores como el desarrollo de alianzas, la identificación de financiadores, la rapidez en el acceso a financiamiento y la facilidad de ejecución, entre otros aspectos.

Ideas clave

  1. Identificar la necesidad/problema: la cual puede provenir de una falta de tecnología, servicio en la comunidad/empresa o un requerimiento normativo.
  2. Definir el alcance y objetivo del proyecto: el alcance se refiere a quién(es) va a impactar este proyecto (barrio, comunidad, sector, departamento, etc.). El objetivo debe incluir el impacto relacionado con la descarbonización. Por ejemplo: disminuir x toneladas de CO2eq mediante el cambio de tecnología.
  3. Articulación con otras prioridades: se debe identificar claramente con qué otras prioridades, metas u objetivos locales, subnacionales y/o nacionales se articula el objetivo del proyecto. Por ejemplo, la meta de Colombia de reducir el 51% de las emisiones de GEI para 2030.
  4. Definir las metas: todo proyecto climático implica un cambio, por lo cual se debe establecer cuál es el cambio que se desarrollará y cómo medirlo de manera clara, confiable y trazable. Lo deseable es que las metas se establezcan en los ámbitos económico, social y ambiental.
  5. Enfoque de Género e Inclusión Social (GESI): El desarrollo de proyectos climáticos requiere la participación activa de las comunidades y actores a los que el proyecto impactará (positiva o negativamente). Por lo tanto, es fundamental incluir y alinear las visiones de distintos grupos de la comunidad para garantizar la sostenibilidad del proyecto. Para ello, es necesario incorporar estas visiones en la planificación de las actividades y metas, las cuales pueden obtenerse a través del desarrollo de espacios de participación a lo largo del ciclo del proyecto. Para obtener más información, consulte el capítulo 4.1.
  6. Definir actividades: Cada meta requerirá el desarrollo de distintas actividades. En el cronograma del proyecto se deben identificar todas las actividades necesarias para el cumplimiento de cada meta en el tiempo. Esto permitirá tener claridad sobre las tecnologías, los recursos humanos y el plazo de ejecución, incrementando así la eficiencia del proyecto.
  7. Gestión de Riesgos: La gestión de riesgos se debe desarrollar para identificar, analizar y responder de manera proactiva y anticipada a los riesgos potenciales de un proyecto. Es decir, todo aquello que pueda afectar al éxito del proyecto en términos de tiempo, costos y recursos humanos.
  8. Presupuesto: Las actividades permiten definir las necesidades de recursos humanos, tecnológicos, físicos, comunicacionales, etc., para el desarrollo de la iniciativa, de forma que sea posible establecer el presupuesto. Para ello, se requiere cotizar en el mercado las necesidades. Un proyecto sin presupuesto es un proyecto que no puede iniciar la búsqueda de financiadores.
  9. Estrategia de sostenibilidad: Los proyectos climáticos requieren que las inversiones que se desarrollen puedan sostenerse e incluso escalarse en el tiempo. Por lo tanto, el proyecto debe proponer una estrategia para que la inversión y las actividades desarrolladas representen un cambio perdurable hacia la descarbonización. Entre las estrategias pueden incluirse: transferencia de conocimiento, desarrollo de capacidades, modelos de negocio, entre otros.
  10. Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV): Para incluir un proyecto dentro del sistema MRV nacional o para que forme parte de un proceso de emisión de bonos de carbono, es necesario tener en cuenta las siguientes actividades:
  • Definir la línea base de emisiones (antes del proyecto).
  • Establecer la disminución de GEI del proyecto a través de un estándar y su adicionalidad.
  • Inscribir el proyecto, ya sea en el sistema MRV nacional o en un programa privado de mercado de bonos.
  • Desarrollar el proceso de validación, ya sea por el equipo MRV o por una tercera parte.
  • Definir y desarrollar las actividades de monitoreo del proyecto y realizar verificaciones de tercera parte mediante auditorías de evaluación.
  • Elaborar los informes y reportes que incluyan la cantidad de toneladas de CO2eq dejadas de emitir y la adicionalidad de toneladas en los proyectos.

Para saber más:

Guía formulación de proyectos

Plantilla resumen ejecutivo

Formato cronograma de proyectos

Formato presupuesto proyecto

Cómo estructurar un proyecto climático- SISCLIMA-

Sistema de Monitoreo, Reporte y Verificación. MRV de financiamiento climático en Colombia