¿Cómo se puede evaluar el estado de salud de un ser vivo? Probablemente lo primero que se nos ocurre sea considerar su peso o su ritmo cardíaco… Ahora imagina que el paciente es nuestro planeta, ¿qué harías? Para esto existen los límites planetarios, un concepto creado en 2009 gracias al trabajo del Centro de Resiliencia de Estocolmo y su objetivo principal es identificar los parámetros esenciales para asegurar el futuro de la vida en la Tierra.
Estos límites planetarios ofrecen a la ciencia una aproximación para evaluar y monitorear la salud del ecosistema global en diferentes áreas y, así mismo, determinar la barrera que indica hasta qué punto podremos mantener un equilibrio sin poner en peligro la vida de todos los seres que habitamos la tierra.
Estos límites planetarios son los siguientes:
En total son nueve y la actividad humana ya ha afectado cinco de estos de manera irreversible. Si quieres saber a detalle más información sobre cada uno te invitamos a visitar nuestro artículo sobre ¿Qué es eso de los límites planetarios?, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en uno en particular que ha desencadenado grandes confusiones: la acidificación de los océanos.
Por su naturaleza los océanos absorben y almacenan grandes cantidades de CO2, pero en las últimas décadas los niveles de emisiones han sido tan altos que han desequilibrado sus niveles químicos. En otras palabras, la acidificación de los océanos sucede cuando los niveles de pH descienden como resultado de la acumulación de CO2.
Ahora bien, se estima que desde la revolución industrial los océanos han capturado más o menos el 30% de todo el CO2 adicional que se ha emitido como resultado de la actividad humana. La buena noticia es que gracias a este fenómeno se ha frenado en gran medida el aumento de la temperatura de la tierra, el cual podría ser mucho mayor de lo que ya es. Sin embargo, esto no quiere decir que en los océanos esto suceda sin tener un efecto.
Según los expertos del Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales, en promedio los océanos tienen un pH de 8.1, pero las proyecciones indican que durante este siglo podría bajar hasta 7.8. Aparentemente son solo 0,3 puntos, pero afecta ampliamente a las especies que viven en el mar, las cuáles son indispensables en términos económicos y ecosistémicos.
Asimismo, es importante recordar que recientemente la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) informó que en el mes de abril se registró la temperatura más alta en la superficie de los océanos desde que se empezó a medir en 1981.
Los océanos son responsables del aproximadamente el 50% de la producción de oxígeno de nuestro planeta, además son el hogar de miles de especies y los responsables del sustento de millones de personas alrededor del mundo. Sin embargo, a pesar de su importancia, prácticas desmedidas han hecho que generemos en ellos efectos que tienen gran impacto sobre todos los seres vivos, como es el caso de la acidificación.
A pesar del daño, es una problemática que podemos solucionar con el trabajo de todos y todas. Alcanzar las metas de descarbonización es clave para detener el aumento de la acidificación de los océanos y, tal como advierte el IPCC, se deben reducir por completo las emisiones de CO2 para 2050.
Lograr esto es un inmenso desafío y requiere de la participación de todos los sectores de la sociedad para impulsar nuevos modelos de vida en los que la humanidad no dependa de la quema de combustibles fósiles. Cabe destacar que para lograr este ambicioso cometido es necesario priorizar acciones de gran escala como la implementación de movilidad limpia en todos los modos de transporte o la transición energética hacia fuentes renovables.
Para impulsar todas estas acciones a nivel global, en 1992 Naciones Unidas declaró el 8 de junio como el Día Mundial de los Océanos con el fin de poner en la agenda pública la preservación de estos ecosistemas a la vez que se genera conciencia sobre el impacto de la actividad humana.
Si quieres conocer más a fondo sobre las problemáticas que enfrentan nuestros océanos te invitamos a escuchar el capítulo especial sobre esta temática del podcast Lo Que Haces Cuenta de National Geographic:
En definitiva, la acidificación de los océanos es una problemática que debemos enfrentar de manera efectiva e inmediata, pero si avanzamos juntos/as como sociedad podremos generar los cambios que necesita nuestro planeta. A través de nuestra página web podrás enterarte de todo lo que sucede en Colombia y el mundo para impulsar la descarbonización y el cuidado de nuestros ecosistemas. Además, podrás acceder a todas las herramientas que hemos preparado para ti con todo lo que necesitas para ser parte de la acción climática a pequeña, mediana y gran escala.
Desde el proyecto Camino Hacia Carbono Neutral, financiado por UK Pact y liderado por las organizaciones OpEPA y Climate Reality América Latina en alianza con la Procuraduría General de la Nación, se busca construir lazos y así conectar a las instituciones y a la sociedad civil con alternativas y soluciones frente a la crisis climática.
Durante su gestión, el proyecto ha participado activamente para entablar conversaciones con gobernantes, ciudadanía, sector privado y periodistas, con el objetivo de brindarles herramientas que permitan incluir la descarbonización como parte de los planes y narrativas adelantadas, y así construir comunidades resilientes a la crisis.
Si deseas conocer más sobre el proyecto y las alternativas que puedes tomar frente al cambio climático y la preservación del ambiente, ingresa a nuestro sitio web y explora las acciones que cuentan con un alto potencial de éxito en la mitigación de la crisis.
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